Proyección.
El otoño había entrado ya en sus vidas. Frío y huraño, recordando la caducidad de todas las cosas. Para combatirlo, se apretaron más en la cama.
Rozaban las cuatro de la madrugada y la persiana no cerraba bien, así que cada pocos segundos la habitación se veía inundada por barridos de luces provenientes de los coches que a esas horas conducían por la calle, era como tener una habitación cerca de un faro. De forma mágica, rítmicamente, las luces se sincronizaron a ellos, a sus besos, a sus caricias, a sus movimientos...
Se contaron secretos, anécdotas, se rieron y olvidaron las obligaciones de los próximos días, al fin y al cabo, siempre se puede hacer un parón en la vida. Si vale la pena amainar las velas, es porque el puerto es realmente bueno, en este caso lo era.
Pocos habrían sabido explicar cómo se conocieron, o por qué acabaron compartiendo aquella cama en la habitación de la persiana rota. Fue conjura del humor del destino.
La conversación fue decayendo en silencios interrumpidos por risas o gemidos, tras un rato las risas dieron paso a los gemidos, y después los gemidos cedieron el terreno a las risas de nuevo...
Índice, corazón, anular y meñique, casi en paralelo, extendidos y recorriendo, poco a poco, brazos, nuca, espalda y torso... electrificando todos y cada uno de los centímetros cuadrados del piel, provocando la erección de todos los pelos del cuerpo, endureciendo los pezones y provocando movimientos espasmódicos a lo largo de la columna vertebral... Hay una palabra para definirlo, gatizzole.
Filmes.
Últimamente el caprichoso destino anda soltando comodines, y yo, como un total inepto en el juego, hago lo único que se hacer bien.
Veamos, mi vida gira, de hecho todas las vidas se pasan todo el tiempo girando, pero hay veces que te das cuenta, y otras en las que no.
Hay dias grises y días radiantes. Azúcar y vinagre. Aceite y sal. Bueno, algún día pondré todo en orden, enlazando historias hasta proyectarme del todo, sumando y restando, a veces entre risas, otras veces ahogando el miedo a fuerza de apretar los puños. Mientras ese día llega, y llegará, me voy a permitir el placer por el placer, y relatar sólo las historias que dejan un buen sabor de boca.
Mujeres. Son casi peor que los hombres, pero están mucho más buenas. También son muy listas, algunas demasiado listas para los pobres hombres que sólo aspiran a ser felices. Supongo que es por eso, y porque no soy marica, por lo que me consuelo pensando que muchas están locas.
En este último párrafo posiblemente haya atentado contra la sensibilidad de alguien. Igual que se prohíben los anuncios porque la Asociación de Boyscouts está llevada por mentecatos, estoy seguro de que alguien se ha rasgado las vestiduras por lo que haya podido escribir. Bueno, que vuelvan a leer el párrafo y verán que no hay maldad alguna en mis palabras. Dicho esto, voy a lo mío.
Muchas están locas.
Otras no lo están.
Cuando encuentras a una que no está loca, sueles caer rendido a sus pies, y si además es bonita y no tiene maldad... yo no pago por ver la peli, porque se cómo acaba. Bienaventurados los que eligen bien, porque no acabarán viviendo un infierno.
Gracias a Dios, hay al menos cuatro estados de la materia, a saber: sólido, líquido, gaseoso y caldo, digo, plasma! en qué estaría yo pensando...
En cada estado, la materia está sólida, líquida, gaseosa o caldosa.
Parece básico, pero es importante entender esto, para comprender que si mezclas algo sólido con algo líquido, la estás liando... y si mezclas algo sólido con algo caldoso... bueno, sí que pagaría por ver el final de esa peli, aunque ya sepa cómo acaba.
Bien, tras la clase de ciencias, sigo a lo mío.
Si dos personas que no estén locas, que estén en el mismo estado de materia, y cargados con signos contarios, se encuentran, se atraen.
Su cara era un óvalo perfecto, una belleza clásica, armonía de líneas acentuadas por su sonrisa, que era grande, radiante y alegre. Por pedestal, uno de los cuerpos esculpidos más bellos que recuerde, y por coronario, una cascada de pelo del color de las llamas que arrasaron Roma.
Tímida y activa, responsable y dicharachera, dulce y picante. Diosa latina, esposa de Júpiter, amiga de Baco, socia de Marte...
Risas garantizadas, palabras a medias, besos que destiñen, huesos, empates y desempates, premios, y premios de consolación...
Canciones, y burlas e insultos, incluso alguna palabra nueva.
Correcciones ortográficas, vino, camas de mentira y un Sol radiante al que le pedimos que nos deje en paz sólo dos minutos más...
Sabéis qué, que me quedo a ver el final de esta peli. Que no me lo se.