La Última Fila
FORO! Las notitas de clase
19 febrero 2006
Humo.
Hay cosas que asocias a personas. Películas, olores, palabras, restaurantes, chistes, libros, coches o canciones, todo eso y, posiblemente, mucho más, ya que es algo personal, puedes asociarlo a alguna persona. Una colonia característica de alguien siempre te evoca su recuerdo, de forma que cuando hueles esa colonia, acidentalmente, en el cuerpo de otra notas que falla algo. Frunces el ceño y piensas "joder, a esta no le toca, le corresponde a... llamémosla X."
Cuando esto ocurre, cuando un recuerdo lo ves en otro espejo sientes que algo no marcha, es como si alguien violara tu memoria, y, francamente, no es una sensación agradable.
Por otro lado, ocurre, de vez en cuando, que eres tú quien, de forma completamente consciente y voluntária, decides formatear un recuerdo. Llevas a cenar a alguien a un restaurante que, hasta ese momento había sido un "santuario", regalas un libro específico para ver como reacciona su nuevo lector, intentas hacer una garcia con la esperanza de que la persona que tienes delante la siga como tu tantas veces la habías oido...
He conocido a gente que lo hacía como poniendo pruebas al nuevo sustituto. Es mezquino, pero lo llevamos en la sangre, somos así de hijos de puta.
Puede darse una tercera situación, y es que, sin buscarlo, te estampes con tu pasado. Estas con alguien, entraís en un videoclub y dejas que pille una película "elige tú, a mi me da igual", sales a fumar a la calle, sale la otra persona con la película en una bolsa "es sorpresa, espero que te guste", sonries, siempre te ha gustado que tengan iniciativa, llegais a casa, os tirais en la cama... 5, 4, 3, 2, 1... ppiiiiii Filmax presenta... mierda! En ese momento se te pone cara de viejo contando batallitas, pero te callas como una mala puta. "La has visto?" derepente hace calor, mucho calor "Eeeerrrmm, no lo recuerdo, me suena, creo que sí, pero no la vi entera..." la cara pasa de ser la del abuelo cebolleta a ser la de un crio al que pillan robando en un supermercado "¿te pasa algo? estás raro" y tú, ahí, decides.
Giras la cabeza y te ves compartiendo sábanas con alguien distinto, mientras, en la pantalla, empieza un diálogo que conoces de memoria, sonries, la situación es cómica. "Me encanta ver esta peli contigo" lo sueltas a bocajarro, sin saber bien con quien hablas, "Vaya, gracias, de verdad no te pasa nada?", sonrisa aún más grande "Creeme, estoy de puta madre". Sabes que has dicho la verdad, acabas de formatear un recuerdo, como en el Tetris, fila completa, fiiuuu, desaparece la fila, y tú, acariciando la cabeza de quien te acompaña, decides, finalmente, que hay motivos para sonreir.
Lo bueno del pasado es que, aunque no puedes cambiarlo, puedes inventarlo. ¿Cómo?, jugando bien en el presente.
17 febrero 2006
Arena
Arena.
Hoy he ido a la playa acompañado, era un amigo. Nos hemos puesto metafísicos, y, mientras la conversación se iba por donde se tenía que ir, la arena ha empezado a moverse al compás del aire (me estoy volvienco maricona "al compás del aire", manda huevos), los kilos que no han ido a parar a nuesrtas bocas, o bolsillos, se han perdido en el mar.
La situación era más o menos así: estábamos sentados en la zona donde la arena es más dura (comunmente llamada "arena mojada") y ráfagas de arena blanda (efectivamente, acertaste, "arena seca") pasaban por encima de la dura como... como... como.... ummm.... como un fantasma en las pelis malas, haciendo "uuuuuhhhh" y perdíendose de vista.
En ese momento discutíamos (en realidad no era una discusión porque pensábamos lo mismo) sobre la chabacanería que hay en nuestra ciudad (diga´m clasista), parece mentira la de gente que, sencillamente, sobra; al final hemos acabado sentenciando que los que sobrábamos éramos nosotros.
Chabacanos del mundo entero, os dejamos con vuestro futbol, con GH, con las discotecas de moda, os dejamos con la prensa rosa, con el circo y con el pan, os dejamos ahí, donde mejor estaís, en una caverna, pasamos de vuestras causas, de vuestros logros y de vuestras risas, queremos ser como era puta arena seca, que se iba, posiblemente, a tomar por el culo, buscando nuevos horizontes, de primeras, yo el año que viene estaré en otro país, probablemente helándome el culo, pero seguro de que donde vaya no habrá gente que adore a Bustamante.
Tal vez sea un puto estirado de los cojones y lo más fácil sería pasar de esa gente e ir, en mi propia ciudad, a mi bola, pero he decidido que no puedo aguantarlo, me supera, me puede, y , lo que es peor, me toca los cojones respirar el mismo aire que respiran ellos; tal vez, como alguno piense, vaya donde vaya me tope con los mismos púgiles pero que, simplemente, hablen otro idioma, no lo se, espero que no sea así y decido probar suerte.
Me pido ser arena dura, la blanda, la mojada, la apelmazada por la masa ,me irrita el culo.
Hoy he ido a la playa acompañado, era un amigo. Nos hemos puesto metafísicos, y, mientras la conversación se iba por donde se tenía que ir, la arena ha empezado a moverse al compás del aire (me estoy volvienco maricona "al compás del aire", manda huevos), los kilos que no han ido a parar a nuesrtas bocas, o bolsillos, se han perdido en el mar.
La situación era más o menos así: estábamos sentados en la zona donde la arena es más dura (comunmente llamada "arena mojada") y ráfagas de arena blanda (efectivamente, acertaste, "arena seca") pasaban por encima de la dura como... como... como.... ummm.... como un fantasma en las pelis malas, haciendo "uuuuuhhhh" y perdíendose de vista.
En ese momento discutíamos (en realidad no era una discusión porque pensábamos lo mismo) sobre la chabacanería que hay en nuestra ciudad (diga´m clasista), parece mentira la de gente que, sencillamente, sobra; al final hemos acabado sentenciando que los que sobrábamos éramos nosotros.
Chabacanos del mundo entero, os dejamos con vuestro futbol, con GH, con las discotecas de moda, os dejamos con la prensa rosa, con el circo y con el pan, os dejamos ahí, donde mejor estaís, en una caverna, pasamos de vuestras causas, de vuestros logros y de vuestras risas, queremos ser como era puta arena seca, que se iba, posiblemente, a tomar por el culo, buscando nuevos horizontes, de primeras, yo el año que viene estaré en otro país, probablemente helándome el culo, pero seguro de que donde vaya no habrá gente que adore a Bustamante.
Tal vez sea un puto estirado de los cojones y lo más fácil sería pasar de esa gente e ir, en mi propia ciudad, a mi bola, pero he decidido que no puedo aguantarlo, me supera, me puede, y , lo que es peor, me toca los cojones respirar el mismo aire que respiran ellos; tal vez, como alguno piense, vaya donde vaya me tope con los mismos púgiles pero que, simplemente, hablen otro idioma, no lo se, espero que no sea así y decido probar suerte.
Me pido ser arena dura, la blanda, la mojada, la apelmazada por la masa ,me irrita el culo.
09 febrero 2006
Cajas.
Forest se esquivocaba, la vida no es como una caja de bombones, si tienes claras las cosas y lees el papelito ese que va con la caja roja siempre sabes si el próximo cacho de chocolate que te vayas a zampar va a tener un sabor amargo o no.
La vida no va de leer instrucciones, va de afrontar si el bombón es o no amargo. Sobre eso he escrito más de lo que me hubiera gustado, y zanjo ya el tema, os quería contar otra cosa...
Lo que hace que la vida sea vida es quién te da la caja de bombones. Creo que jamás me han regalado una caja de bombones, y creo que tampoco me gustaría, el chocolate me empalaga. En cambio ayer me regalaron una caja de galletas.
Las galletas son distintas. Quien me la regaló también es ditinta. Me la encontré un día, por ahí, como en las películas de Meg Ryan, yo, por aquel entonces, no tenía absolutamente nada que perder, me daba igual tres que trece, por eso pude hacer algo que suele costar bastante hacer, ser completamente transparente, cuando te desnudas delante de alguien sin que te importe lo que puedan pensar de ti es cuando verdaderamente estás seguro de que las cosas irán bien.
Ella también es transparente, algún poeta, que no tenía dónde caerse muerto, dijo que los ojos son el espejo del alma, a ese capullo jamás se la habían clavado... No me importa si los ojos son, o no, el espejo del alma de esta chica, desde luego de serlo su alma ha de ser más azul que la del puto mar del Caribe, como en las pelis de náufragos...
No me voy a poner lila, no toca, no tiene sentido serlo y menos aún escribirlo, no se dónde va a llevarme esto, la verdad es que estoy blindado a muchas cosas y por muchos motivos, pero ya va siendo hora de dejar de pensar por otra gente, eso me ha salido muy caro otras veces y he aprendido de mis errores... aquí no hay cuadros entre aspersores, norias o corazones grabados a punta de navaja en troncos de árboles, eso se lo dejo a otros... aquí hay sinceridad, complicidad, risas, polvos, saltos, empujones... en parte, hay una madurez propia de niños pequeños...
Solía abrir las botellas de champán parando el tapón con la mano derecha para evitar que se fuera a tomar por el culo, ahora lo que pretendo es que el tapón se vaya lo más lejos posible, no me importa dónde, cómo o a quien le pueda dar en un ojo, no va conmigo, simplemente pienso disfrutar de la botella, de las galletas y de quien me la regaló mientras pueda, ya va siendo hora de pasar del entorno, al fin y al cabo, soy consciente de que un día el entorno formará un complot para tocarme los cojones...
07 febrero 2006
Escritos.
Hay veces que tecleo sin rumbo, dejo que las palabras vayan, poco a poco, juntándose, intentando crear un esquema que luego usaré como un medio para llegar a un fin.
Otras veces escribo con esa amargura que hace que parezca que masticas polvo.
Las menos escribo teniendo claro lo que decir, cómo decirlo, a quíen decírselo y para qué decirselo, esas veces las frases son flechas, aunque no oigamos el "fiiuuuu".
Y, de vez en cuando, escribo porque se qué quiero escribir pero no cómo escribirlo, cuando eso me ocurre, simplemente, escribo estupideces.
Hoy es "de vez en cuando".
