Recauchuto.
Dicen los que saben que cuando estás dentro de la caverna, lo único que ves son sombras que desvirtúan la realidad. Algo pequeño te puede parecer enorme, y lo bello, monstruoso. Supongo que, como todos, muchas veces he estado dentro de la caverna, de hecho supongo que en muchas cavernas sigo, ya que sólo apreciamos la realidad una vez estamos fuera, pero sólo cuando estamos fuera somos conscientes de que hemos estado dentro.
Es menos engorroso de lo que parece. Si nos tomamos tres o cuatro segundos, y miramos por encima del hombro, veremos varias cavernas detrás de nosotros, pero esas ya no importan, salimos, aprendimos la lección, y a las sombras chinas va a volver a jugar Rita La Cantaora. No pongo ejemplos porque bastante tiene el árbol caído con estar a ras de suelo, para que encima llegue un hijoputa de mi calibre a buscar leña.
El señor que contaba el cuento, cuando no estaba sodomizando a algún efebo, distinguía entre el mundo de los sentidos y el mundo de la razón. Por ese orden. Supongo que es ahí donde está el truco.
Hoy, con una copa de vino en la mano, y mirando de reojo, he estado pensando en el esclavo que salió de la caverna.
Intento ponerme en su piel. Acertar, al principio, a distinguir entre sombra y ser puede que sea la lección más dura a la que nos enfrentamos.
Francamente, no se si eres sombra o ser. No tengo la mínima idea de qué te hace peculiar.
Tu nombre, simplemente, es una arenga a tirar pa´alante. Tal vez sea eso. Tal vez. Lo cierto es que no me importa lo más mínimo.
Una vez descubres que no hay verdades universales todo te importa un carajo, y a partir de ese día tan solo pretendes vivir conforme a unas normas auto impuestas, unos conceptos flexibles, pero no laxos, variables, pero no volátiles, estructurados, pero no inamovibles, sobre lo que es bueno y sobre lo que es malo, y por esa línea andamos, pasito a pasito, haciendo botar la pelotita.
Yo, personalmente, soy bastante autodestructivo cuando me lo propongo, pero lo disfruto. A decir verdad, lo que me mueve, lo que me trempa, es la curiosidad.
Lo cierto es que has desatado mi curiosidad.
Es lo más bonito que me ha pasado últimamente.
Hoy, con una copa de vino en la mano, y mirando de reojo, no he sabido distinguir entre sombra y ser.
http://goear.com/listen.php?v=c32ef19
gimme poison...
Vic, de nada.
Bic naranja escribe fino, Bic cristal escribe normal, vic, vic, vic, vic , vic!!
Resulta divertido jugar a desdibujarse pero pronto se convierte en un crimen obsesivo, una facturación desprovista de intimidad.
Los párrafos parecen mirarse de reojo, y los círculos de reflexiones vomitan siempre debido al consumo nada ideal de la misma triste anfetamina.
Mientras una cafetera humeante está a punto de escupir la patética verdad amarga que nos empuja a escribir, preparo un ritual para desmenuzar todo y construir de la nada como los antiguos suicidas literarios.
Nos vimos hace poco y fue maravilloso