La Última Fila
FORO! Las notitas de clase
09 mayo 2008
 
Fénix.

Hice el equivalente emocional a conducir un cochecito a pedales por la pista de circo de nuestra relación, soplando con frenesí la trompetilla mientras me saltaban ramos de flores de la camisa y hombrecillos con pelucas naranja me vaciaban cubos de nata sobre los pantalones y toqueteaban mi gran narizota roja. Perdí la dignidad.

Es parte del primer capítulo de un libro que se llama “La vuelta al mundo en 80 citas”, y eso yo lo sé porque tengo por aquí un libro de publicidad de una editorial que se dedicó a recopilar los primeros capítulos de una serie de libros.

Bien, el caso es que ese libro, el recopilatorio de primeros capítulos, me lo dieron hace unos cinco o seis meses, y devoré, entonces, todos los primeros capítulos de una serie de libros. No recuerdo nada, absolutamente nada, del resto de los primeros capítulos, pero si recuerdo las cuatro líneas del principio.

Una de las personas con las que compartí parte de mi vida acabó así. Haciendo el imbécil por alguien que le obligaba a hacer imbecilidadas. Y de eso yo me enteré hace un año. Y aún me jode. Lo cierto es que aún la echo de menos.

Supongo que la pregunta del millón de petas es “¿Somos, o nos cambian?” es decir, impera nuestra personalidad frente al entorno, o es el entorno quien moldea nuestra personalidad?

Seguro que hay mil libros sobre el tema, así que para que acabes discutiendo sobre lo que escribo, llamándome gilipollas, o haciendo alguna imbecilidad, deja de leer y haz otra cosa. Mientras, yo, me partiré la cara con la pregunta unos cuantos párrafos más y luego me iré a dormir. Gracias.

Esto ha sido un párrafo patrocinado por el Movimiento Buenrollista.

¿Somos o nos cambian?, a ver, si somos lo que hemos vivido, y lo que hemos vivido ha sido en sociedad... la pregunta sólo tiene una respuesta, a priori “somos”, pero todos podemos “llegar a ser”, por lo tanto siempre nos cambian, no?

No. Esa respuesta está bien hasta cierto punto. Y ahora se como se siente un catedrático suspendiéndote un examen que creías perfecto. La experiencia importa, es decir, frente a situaciones nuevas, probablemente, nos cambien, pero una vez asimilamos las consecuencias y lo digerimos un poquito, la próxima vez que nos vengan con el cuento se lo va a tragar Rita, o, por hacerlo corto, macaco viejo no sube a árbol podrido, que dice mi viejo.

Vale, entonces, suponiendo que la experiencia la de la edad, a partir de cierta edad, “somos”, y no “nos cambian”. El mundo científico lleva años enloquecido con esto, tenemos: perros que salivan, monos que dan palizas, bebés haciendo nudos con anacondas, perros que vuelan panzers y hasta conductores que beben menos!! Es fantástico. No?

Pues tampoco, porque, a qué edad dejamos de aprender lecciones? Nosotros somos más complejos. Es decir, no vivimos en habitaciones con dos botones, y hemos de aprender cuál nos da una ducha fría, y cuál nos da un bocata de chorizo, vivimos en una mierda de mundo en el que lo que hagas hoy, te puede estar dando por el culo los próximos doce años.

Lo que llevamos sacado en claro es que, frente a la inexperiencia, nos suelen cambiar, y gracias a la experiencia, solemos ser. Extrapolando, y suponiendo que todo el mundo acaba aprendiendo las mismas lecciones. Frente a cualquier situación, en la que personalmente eres inexperto, eres socialmente experto, y pese a ser socialmente experto, personalmente acabas de mierda hasta el cuello.

Aquí también hay un huevo de ejemplos, pero menos que antes, porque muchos de los conejillos de indias acabaron muriendo de sobredosis de heroína.

Lo cierto es que la pregunta tiene tantas respuestas como a gente invites a un tercio, y, supongo, que todas son válidas.

Personalmente, después de mucho ir y venir (y lo que me queda por ir, y por volver) quiero pensar que podemos aplicar la vieja ley de los negocios “un pacto sólo sale bien cuando el acuerdo es bilateral”, es decir, o ganan las dos partes, o la historia acaba como el rosario de la aurora... lo curioso es que aquí las dos partes llevan los mismos calzoncillos, y, o la cosa está muy bien equilibrada, o acabas con mancha de nicotina.

Hasta donde se, y por no hacerlo muy largo: yo soy. Soy lo que he vivido, y gracias a eso soy susceptible al cambio, pero al cambio que me aporte algo. Me ha costado darme cuenta. Mejor dicho, me ha costado valorar lo que pesaba cada lado de la balanza, hasta tal punto que la balanza se ha ido a tomar por culo.

Deberíamos estar contentos por quienes somos, es obvio, pero eso se olvida; la recompensa es recordarlo a tiempo.

Comments:
sabes? yo acabé leyendo 'la vuelta al mundo en 80 citas'
y ni ese libro completo, ni 'Felicity', ni 'Veronica Mars' ni ninguna mierda de serie o libro tienen la respuesta.
Hubo un tiempo en que pensé que la solución era encontrar a Logan o a Noel, y problema resuelto.
Igual el truco es no encontrar nada ni a nadie, y seguir adelante.
Pablo me dice que solo tengo que soñar y yo ya no le creo, la inocencia de sus 19 años le lleva a creer que la vida trata de soñar...
Yo ya no creo en nada.
 
Hay pocas cosas que tengan importancia más allá de dos semanas, somos absolutamente intrascendentes; mejor dedicarse a reir.

Gilipollas.

Me voy a contar agujeros.

(Se echaba de menos leer algo tuyo)
 
Creo que no importa, no es el momento, es una puta mierda. Quizá cuando tengamos la muerte haciéndonos una felación, quizá entonces tengamos tiempo para eso.

Se trata de seguir, avanzar, no cesar ; tratar de extraerle el máximo sabor a cada situación, a cada persona.

De escribir, sí, escribir cómo te sientes, cómo fluye la vida en tu vientre; ya habrá tiempo de leer, cuando todo haya estallado.

Mantener la dosis, hambriento de vida, perseverar la fe, mimar la voluntad, no querer abandonar a pesar de haber perdido.

Todo lo demás simplemente te desvía, al final como sabrás ninguna respuesta es satisfactoria, y de lo que estoy seguro y por experiencia es que ninguna conclusión redirige tu vida.

Es algo demasiado intangible, espiritual, expuesto a venenos internos intercambiándose por las variables más marcianas. Que le jodan, vivamos apasionadamente, sin desdeñar nada : poesía, violencia, ego, ternura, deseo
 
¿te has cenado un libro de introducción a la filosofía?

Bue, sabes de sobra que nos hacen. No somos nada. Desde que aprendes del entorno, y sin el entorno no aprenderías, hasta tu capacidad crítica viene del entorno. Según te eduquen así ves el mundo. Y si alguien te cambia, cambiará tu visión. Y si cambias tú, es porque ves que algo de fuera que no te gusta. Sin estímulos eres una ameba.

Peace and love.
 
Te veo un poco desorientado a pesar de que dejes caer que has encontrado algo a tiempo. Todo eso son palabras, formas... qué más da si somos o nos hacen? Si al final se confunde una cosa con la otra será porque tanto vale afirmar lo primero como lo segundo; son lo mismo a fin de cuentas, cuando miras hacia adentro o hacia afuera, el eje sigue siendo el eje, y eres tú.
Hay toda una moda de originalidad, de diferenciación del otro respecto a mí (de mí respecto al otro mejor dicho)... qué coño! Saberte único no quita que no veas esas relaciones imprescindibles para tu propia formación. Otra cosa es que tengas la voluntad de un cromo, pero eso es otro tema, y la naturaleza hará lo suyo...

Cuídate.
 
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