La Última Fila
FORO! Las notitas de clase
17 enero 2008
 
Paseo.

Una vez, un niño y una niña quedaron para ir juntos a comprar caramelos al kiosco de su barrio.

Se cogieron de la mano y empezaron a caminar.

Dijeron que no pensaban separarse hasta llegar a su destino.

Andando juntos esquivaron coches, peatones, perros...

En un momento dado la calle se estrechó, ellos se acercaron más, y siguieron andadndo.

Cuando les faltaba menos de doce metros para llegar, encontraron un andamio.

En único modo de superar el andamio era separarse durante tres o cuatro pasos, y volver a coger sus manos nada más pasarlo.

Se miraron, se dieron la vuelta y andaron en dirección contraria, en silencio.

Decidieron aprovechar que la Tierra es redonda, y antes de soltarse durante tres o cuatro pasos, le dieron la vuelta entera.

Comments:
Erase una vez que se era, un chino muy apuesto, llamado Fu, que cortaba leña en los bosques de Tian–an-men.

Conocido en la comarca por su destreza con el hacha, su bondad, fogosidad en la piltra y el reloj de su abuelo que pasó de generación en generación metido culos respectivos a salvo de miradas curiosas. El reloj de Kaito.

Cierto día, Pai-Mei, la muchacha de la aldea de melena roja hasta la cintura, conoció al chino Fu y se enamoraron como gayers empoppados. Eran la parejita de moda en la comarca de Tian-an-men. Salían en Salsa Agridulce y todo.

Cuando llegó el otoño, Pai-Mei bajó a la aldea a vender las cerezas silvestres que había recolectado durante tooda la semana. Al pasar delante de un puesto de un gitano, vió una funda de oro labrado de 18 kilates con incrustaciones de pedernal auténtico, perfecta para el reloj del abuelo de Fu. Como eran jipis, no tenía florines, así que se acercó a una peluquería Spejos y vendió su hermosa cabellera, que ahora era rubia porque era verano.

Obtuvo dinero suficiente rapándose el cráneo al cero, se tapó la calva con un pañuelo de Dior y compro la funda para el reloj de su fogoso amante.

Cuando llegó a la chozadosada, le esperaba Fu con ojitos de ilusión.

-Tengo algo para ti-
le dijo, manteniéndose en las sombras para que no viese el pañuelo en su cabeza y mostrándole la funda para el reloj.

Fu abrió los ojitos chinacos y sonrió con amargura…

-...Vendí el reloj del abuelo para comprarte esto, Pai-Mei-
…y sacó un peine de plata de su bolsillo.
 
Rodeando el mundo con el corazón en una mano, y esa mano unida a otro corazón desnudo.

No bastará ni con la tierra ni con el andamio, si persisten en dar media vuelta con tal de preservar la cera, sólo acelerarán su pérdida o su naufragio.

Sintiendo el mundo dos soledades apoyando sus corazones expuestos y desnudos en el viaje compartido, prolongaron su ansia de caramelos y tesoros separndo y entrelazando sus manos por la vida
 
Publicar un comentario

Powered by Blogger

noviembre 2003
diciembre 2003
enero 2004
febrero 2004
marzo 2004
abril 2004
octubre 2004
noviembre 2004
julio 2005
agosto 2005
septiembre 2005
octubre 2005
noviembre 2005
diciembre 2005
enero 2006
febrero 2006
marzo 2006
mayo 2006
junio 2006
julio 2006
agosto 2006
septiembre 2006
octubre 2006
noviembre 2006
diciembre 2006
enero 2007
marzo 2007
abril 2007
mayo 2007
julio 2007
agosto 2007
septiembre 2007
octubre 2007
noviembre 2007
diciembre 2007
enero 2008
febrero 2008
abril 2008
mayo 2008
junio 2008
julio 2008
agosto 2008
septiembre 2008
octubre 2008
noviembre 2008
diciembre 2008
enero 2009
febrero 2009
marzo 2009
mayo 2009
junio 2009
septiembre 2009
diciembre 2009
marzo 2010
abril 2010
junio 2010
julio 2010
abril 2011