La Última Fila
FORO! Las notitas de clase
03 diciembre 2007
Corbatas.
Las mejores historias que conozco narran principios. Empiezan describiendo el lugar, el bar oscuro donde se cruzaron por primera vez las miradas, o nombrando al tipo aquel que les presentó. Narran los nervios, las risas en falsete, las gracias que cimentan lo que a la larga será una broma de dos...
Las mejores historias que conozco empiezan mezclando un “perdona” y un “encantado” y acaban con la ropa hecha un ovillo a los pies de la cama, o tal vez acaben con un jarrón estampándose en una pared, o con una foto de carné hecha pedazos. Pero poco suele importar como acaban, aunque sea con un triste “adiós”, son magníficas al principio.
Las mejores historias que conozco son esas pequeñas anécdotas que recreas en tu cabeza una y otra vez, y a las que le vas añadiendo detalles conforme pasa el tiempo, imaginando que los “noes” eran “por si a casos”, de forma que cuanto más atrás está en el tiempo, más grande es la sonrisa que disimulas al recordarlo.
Las mejores historias que conozco empiezan a las tres de la madrugada, con un cubata en la mano, o en un ascensor a las doce del medio día, pero suelen tener por denominador común a un desconocido, bueno, en realidad las mejores historias que conozco tienen desconocidas, en vez de desconocidos.
Las mejores historias que conozco tienen olor y color propio, huelen a perfume, o a sudor, o a nervios mal disimulados, y visten de negro noche moteado por estrellas, o de rojo sangre, o de azul piscina, o de verde Heineken...
Las mejores historias que conozco me las cuenta la tropa los lunes por la mañana, o se remontan a meses atrás, haciendo que vibren las cuerdas vocales, ensanchando sonrisas, permitiéndonos soñar por un rato con un fin, pero sin saber si el amarre aguantará.
Las mejores historias que conozco son reales, pero, a veces, estás cansado y te quedas en casa, y no sales al bar de abajo, y te pierdes a un desconocido que tal vez sea un idiota, entonces decides soñar, y te imaginas que bajas al bar de abajo, y que el idiota te sonríe, y decides que las idioteces tienen su encanto...
Me hubiera gustado contar una historia de risas, encontronazos, nervios estúpidos y corbatas desaparecidas, pero alguien decidió quedarse en el sofá de su casa, y no bajar al bar de abajo; Sólo puedo pensar que tenía razón, los dos nos lo perdimos, le guste, o no, a mi ego.
Comments:
Las mejores historias que conozco las cuentas tú.. Y te envidio (sanamente) por ello, porque más de uno cuando te lee, yo incluído, piensa; coño!! tan sencillo, tan sentido, como no se me ha ocurrido a mi, podría haberlo hecho, pero no.. Tienes algo especial, y lo sabes, así que aprovechalo a tope..
Mientras los demás seguiremos haciendo nuestros pinitos (aunque nos salgan torcidos..)y aspiraremos a que alguien algún día, nos diga: "Las mejores historias que conozco las escribres tu"
Pd: Habrá que hablar de ciertas novedades
Mientras los demás seguiremos haciendo nuestros pinitos (aunque nos salgan torcidos..)y aspiraremos a que alguien algún día, nos diga: "Las mejores historias que conozco las escribres tu"
Pd: Habrá que hablar de ciertas novedades
Historias somos y en historias nos convertiremos. Hay quien lo llama recuerdos, pero si cambias la palabra la tragedia es menos tragedia. No hablo yo, hablan Unamuno y el café.
Todas las historias son buenas si merecen ser contadas, peros serán definitivamente tuyas si autoguiñándote un ojo te das la piscina de reinventarlas.
Hace poco viví esa estúpida sensación de capitulación, mientras acompañaba a una compañera hacia su morada tras un absurdo día de trabajo, no me invitó a entrar pero sí que dejó la puerta vacilando entre la cerradura y su envés los 3 puntos suspensivos.
Sinceramente, todo muy bien recortado, pero su guión no logra abrirme el apetito. Es de esas historias que acaban en continuará-s o en lavadora ajena. Es la pura vida que jamás se preocupa de nuestros propios planes, principios, erecciones...
Mañana, aún dándose el mismo leitmotiv la puerta se cerrará automáticamente
Hace poco viví esa estúpida sensación de capitulación, mientras acompañaba a una compañera hacia su morada tras un absurdo día de trabajo, no me invitó a entrar pero sí que dejó la puerta vacilando entre la cerradura y su envés los 3 puntos suspensivos.
Sinceramente, todo muy bien recortado, pero su guión no logra abrirme el apetito. Es de esas historias que acaban en continuará-s o en lavadora ajena. Es la pura vida que jamás se preocupa de nuestros propios planes, principios, erecciones...
Mañana, aún dándose el mismo leitmotiv la puerta se cerrará automáticamente
Las mejores historias que conozco son las que yo viví... bueno, vale, en días depresivos las mejores son las que no viví aún, pero qué importa... siempre me quedarán las otras.
Me gustó. Besos, Canalla.
Me gustó. Besos, Canalla.
Hola a todos, estaba en Inglaterra y durante unos días no he tenido modo de conectarme a este cacharro.
Nacho lleva razón, "es de esas historias que acaban en continuará-s o en lavadora ajena".
Nacho lleva razón, "es de esas historias que acaban en continuará-s o en lavadora ajena".
Las mejores historias son las reales porque siempre son historias, aunque empiecen con corbatas, con risas nerviosas, con cafés derramados o con alcohol en sangre. No hace falta ni adornarlas, porque sucedieron. Y siempre se superan porque nacen de lo cotidiano.
Y quizá alguien sólo se esté haciendo de rogar antes de bajar al bar de abajo...
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Y quizá alguien sólo se esté haciendo de rogar antes de bajar al bar de abajo...