Y...

Y llega un día en el que dejas de tirar piedras, estás viejo y cansado y cada vez que tiras una recibes un pelotazo de goma, y cuando te agachas te duele la espalda, y pillas la última piedra y ehas el brazo atrás y justo antes de lanzar desistes y la piedra cae, y oyes el "chof" cuando choca en el barro contra tu dignidad, y bajas la cabeza y te vas y te metes en un bar.

Y dentro ves más cabezas agachadas, y oyes musica lejana y siempre los mismos parroquianos, y cuando te derrumbas en una silla empiezas a oir las canciones que tantas veces coreaste mientras te preguntas que pollas hace sonando eso ahí, y te das cuenta de que en realidad suenan en tu cabeza, bebes y lloras y fumas y gritas y odias y, justo antes de matar la última neurona levantas la cabeza y ves una sonrisa.

Y la sonrisa tiene una cara, y la cara un cuerpo y el cuerpo un nombre, y en nombre una ciudad... y la ciudad, el nombre, el cuerpo, la cara y la sonrisa se mueven hacia ti, y ahí estás hablando con una ciudad que te sonrie, o lo que sonreía era una cara? te da igual, el caso es que tu también sonries y hablas y dices cosas que ya no recordabas y ves en esa cara un reflejo de quien fuiste en su día y te levantas y decides que las cosas no las pudes cambiar así como así, pero que, cojones, vale la pena tirar aquella última piedra.

Y sales del bar y pillas la piedra y te duele la espalda y tensas el barzo y tiras la puta piedra, y junto con la piedra sale volando tu alma y caes y mueres, y antes de palmar ves una sonrisa, y una cara, y un cuerpo, y un nombre, y una ciudad...

Y entonces recuerdas por qué lanzaste, hace años, la primera piedra.
- posted by Pau @ 01:17